Mercurio en la Amazonía

Un veneno silencioso

Para extraer el oro se suele emplear agua y mercurio. Este es un poderoso veneno fácil de usar que poco a poco va contaminando el ambiente y deteriorando la salud de las personas expuestas a él, como los mineros y las comunidades de su entorno. Ellos recién sentirán sus efectos cuando sus organismos estén severamente intoxicados.

181 toneladas de mercurio son arrojadas cada año al suelo, aire y agua de Madre de Dios.

Fuente: Artisanal Gold Council, 2018

Cuando el oro entra en contacto con el mercurio y el agua en las pozas artesanales, este se separa del resto de minerales en un proceso conocido como amalgamación. Extraer un kilo de oro de la amalgama usando este método requiere un promedio de 18 metros cúbicos de agua.

Luego, esa agua contaminada es vertida a la naturaleza. La degradación ambiental que producen estos relaves con mercurio en suelos, ríos, arroyos, estanques y lagos puede verse incluso varias décadas después.

Los ríos en Madre de Dios afectados por actividades mineras presentan niveles de mercurio 300% por encima de los estándares de calidad ambiental para el agua.

Fuente: Autoridad Nacional del Agua